miércoles, 30 de enero de 2013

8 Libros para entender la Sociedad de la Información.



No son los únicos, pero son ciertamente una base fundamental: les dejo aquí una pequeña selección de ocho libros que me parece son imprescindibles para entender el funcionamiento de la sociedad de la información en la época de los medios digitales. La lista podría ser mucho más amplia, pero quería hacer una breve selección arbitraria de libros recientes que me parecen determinantes por una serie de razones. Sin ningún orden en particular, ocho libros fundamentales para entender la sociedad de la información:

Convergence Culture. El libro más importante de Henry Jenkins (a quién deberías conocer si estás interesado en el tema de los media studies) introduce una serie de conceptos sumamente útiles y novedosos, entre ellos el enfoque de la convergencia mediática para entender el cambio tecnológico no como un proceso de reemplazos y desplazamientos, sino como uno de prácticas sociales en constante reinterpretación. Jenkins habla también aquí de su concepto de transmedia para ilustrar la manera como tanto los contenidos que consumimos, como nosotros mismos como consumidores, no existimos ya bajo experiencias mediáticas aisladas, sino que participamos de múltiples experiencias en paralelo e incluso en simultáneo, lo cual introduce nuevas demandas y expectativas hacia las narrativas con las que nos involucramos.

The Wealth of Networks. He comentado hace poco por qué me parece que este libro de Yochai Benkler es un referente imprescindible: Benkler hace una investigación sumamente detallada sobre las prácticas económicas emergentes en el mundo digital y la manera como estas prácticas están generando una nueva forma de producción. La reducción en los costos de transacción y organización hace viables empresas (en todo el sentido de la palabra) que no están necesariamente motivadas por el lucro, sino que contribuyen a la creación y acumulación de capital social entre las personas que participan de ellas. Benkler analiza las maneras como esta nueva forma de producción tiene un enorme potencial para dinamizar una serie de sectores económicos, pero también evalúa la manera como los actores establecidos están colaborando consciente o inconscientemente para entrampar este nuevo universo productivo en gestación.

Understanding Media. Éste es un poco trampa, porque es el más viejo de la lista. Se trata del texto más importante de Marshall McLuhan, donde se acuñaron expresiones confusas como “el medio es el mensaje” o “la aldea global“. A pesar de ser un texto de 1964, sirve como un adelanto de lo que vendrían a ser las consecuencias de la tecnología electrónica en lo que McLuhan llamaba el “hombre tipográfico”, el hombre propio de una cultura formada a partir de la lógica lineal, secuencial, masiva e industrial de la imprenta y la tipografía. McLuhan es sumamente oscuro en este libro y profundizar en sus ideas es complicado, pero su capacidad para adelantarse a cambios tecnológicos que aún no se hacían presentes es sorprendente. Esto es, quizás, propio además de su concepción de la nueva cultura mediática, una concepción de la tecnología donde los efectos se muestran antes que las causas y donde la linealidad del progreso debe ser abandonada por un entendimiento del cambio mediático como transformaciones cualitativas de nuestro entendimiento del mundo.

La era de la información. El magnum opus de Manuel Castells está compuesto por tres volúmenes que establecieron en los 90s la línea de base a partir de la cual entender la sociedad informacional (que, además, distingue por primera vez de la “sociedad de la información”). Castells se da el trabajo de realizar un análisis social de todas las múltiples dimensiones que se ven afectadas por el cambio en los patrones de conducta en la sociedad de la información, cuando dejamos de únicamente circular información (algo propio de todas las sociedades) y la producción, distribución y transformación de información se convierten, más bien, en la actividad económica y social más importante de nuestra cultura. La política, la economía, la identidad, las relaciones sociales, las relaciones internacionales, las afinidades nacionales, el trabajo, el comercio, los medios de comunicación, son sólo algunas de las categorías que Castells evalúa en la manera como se ven impactadas por este cambio fundamental en nuestra actitud hacia el conocimiento y la información.

Free Culture. Este libro de Lawrence Lessig, disponible libremente (también en su traducción en español como Cultura libre) explora la relación compleja que se establece en la economía digital con la legislación en derechos de autor. Lessig plantea que, a medida que más y más de nuestra cultura pasa por alguna forma mediática y tecnológica, y a medida que nuestro uso de la tecnología nos permite hacer cosas nuevas antes impensables, la legislación que regula nuestro consumo de información y de productos culturales no se ha mantenido igualmente dinámica. El aparato legal existente ha llevado a la sociedad a una posición donde una mayoría se ha vuelto delincuente por hacer algo que parece completamente cotidiano y coherente, y en ese sentido la ley se ha vuelto un obstáculo para el florecimiento de nuevas producciones culturales, en lugar de un incentivo. En este libro Lessig establece los fundamentos sobre los cuales se construirá luego el movimiento Creative Commons.

The Long Tail. Chris Anderson, el editor de la revista Wired,introdujo la idea de la larga cola en un artículo para la misma revista en el 2004 (disponible traducido al español) que luego expandió en un libro del mismo nombre. La idea de la larga cola es simple: la tecnología hace que sea más fácil tanto producir como consumir, y esto es en sí mismo un incentivo para que más personas produzcan más cosas en torno a intereses cada vez más específicos, al mismo tiempo que los consumidores pueden fácilmente encontrar cosas por específicas a sus gustos que sean, dado que Internet (con herramientas como Google) hacen muy sencillo conectar la oferta con la demanda. Lo que esto hace posible, sobre todo respecto a economías de bienes virtuales, es que la larga cola de la distribución de Pareto, o todos aquellos productos que antes fueron comercialmente inviables, se vuelven ahora un espacio de oportunidades por explotar en la medida en que se puede agregar la demanda por ellos. Esto abre la puerta para una nueva generación de emprendimientos digitales de pequeña y mediana escala (o incluso enorme escala, como Amazon).

Inteligencia colectiva. Pierre Lévy subtitula esta obra “Por una antropología del cibersespacio”. Lévy explora la manera como el ciberespacio está transformándonos cognitivamente y replanteando nuestras asociaciones sociales en torno a la resolución de problemas. En la sociedad informacional hay tanta información que procesar que es imposible que ningún individuo emprenda esa tarea por sí mismo, pero incluso aquello que un individuo sí necesita procesar es demasiado para sus propias capacidades. Pero esta nueva imposibilidad viene de la mano con tecnologías que nos permiten compartir, cooperar y colaborar de maneras mucho más sencillas que cualquier otra forma conocida, lo cual hace posible que se construyan así inteligencias colectivas: redes conectadas de individuos donde ningún individuo puede saberlo todo, pero todos pueden saber algo y compartirlo con los demás. Para Lévy, éste s el punto de partida de toda una serie de transformaciones en nuestras organizaciones sociales, pues este nuevo principio subvierte la existencia de jerarquías verticales y transforma el significado de ejercer un rol o una función en una organización o estructura social. El texto completo en español se encuentra disponible en línea gracias a una edición virtual de la OMS.

Everything is Miscellaneous. El tema epistemológico es también el interés de David Weinberger, aunque Weinberger lo trabaja más bien desde el punto de vista de cómo ordenamos los conceptos. Según Weinberger, nuestro entendimiento del ordenamiento de la información en la forma de categorías excluyentes es propio de una sociedad que ordena su información utilizando un espacio físico: como el espacio es finito y tiene una serie de características limitantes para la disposición de las cosas, nos hemos visto obligados a adaptar nuestros esquemas mentales a nuestros esquemas físicos. Nuestras mentes, básicamente, funcionan como archivadores, o como librerías. Pero la web elimina esa condición básica: el espacio se vuelve virtualmente infinito, la cantidad de contenido que almacenar y ordenar también, y no se aplican las mismas limitaciones que tenemos en el espacio físico. De repente nos vemos enfrentados a un mundo en el cual todo puede encajar bajo múltiples categorías al mismo tiempo sin que eso sea un problema, excepto porque se vuelve una inmanejable sobrecarga de información. La solución para Weinberger es contraintuitiva: la solución a la sobrecarga de información es más información, información sobre información, para navegar esta nueva red de conocimiento. La información se vuelve un commodity, y saber navegarla y encontrar lo importante se vuelve la habilidad realmente valiosa. El prólogo y el primer capítulo del libro se encuentran disponibles en su sitio web.

Sociedad de la Información (Futuro)


SI Venezuela (Brecha Digital).

Penetración de Internet versus Ingreso a nivel mundial.

“Las estadísticas internacionales muestran una marcada relación entre los niveles de ingreso de los países y su penetración de Internet. No obstante, para niveles similares de ingreso también se observan distintos niveles de penetración de Internet”.


SI Venezuela (Penetración Tecnológica).


Penetración de las Tecnologías en Venezuela.

“La telefonía celular se destaca como el servicio con una mayor penetración en la población, al  alcanzar 8.420.980 de usuarios al cierre de 2004. Aun cuando la penetración del resto de los  servicios en mucho menor, al ser servicios disponibles para todos los habitantes del hogar,  presentan una base potencial de usuarios muy atractiva”.

Fuente: Conatel, Tendencias Digitales, Cálculos propios.

Indicadores de la SI en América del Sur.


Son indudables las dificultades que tienen los países que conforman los bloques de la CAN y el MERCOSUR para tener acceso a las nuevas tecnologías, más cuando la realidad es que, entre sus propios miembros se acentúa la desigualdad como es el caso de Bolivia frente a Chile, donde la diferencia de un ingreso per cápita para el año 2004 era de 935,00 US$1 frente a 4.731,00 US$2, respectivamente. Lo que indica una disponibilidad de recursos financieros y niveles de ingresos que suponen para los chilenos una mayor capacidad para cubrir los costos por conexión, por el uso de servicios de telecomunicaciones, disponer del acceso a Internet y la adquisición de los equipos necesarios.

Por otra parte, tenemos los casos de Argentina, Uruguay y Venezuela con unos ingresos per cápita de 3.426,00 US$3; 3.461,00 US$4 y 3.788,00 US$5, respectivamente, quienes vendrían a representar la media de ambos bloques e igualmente estipulan el promedio ponderado de la suscripción de telefonía fija en la región, a excepción de Chile que posee el 83,61% y este mismo comportamiento se observa en la suscripción de telefonía móvil. Es importante destacar la comercialización ambulante de llamadas telefónicas por medio de equipos móviles, que de alguna manera incrementa el uso del servicio en Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. El retorno de la inversión afecta a las compañías de la telefonía fija, quienes no garantizan a los operadores obtener ganancias beneficiosas. Contra ellos se combinan muchos factores. Uno de estos es la difusión rápida de los servicios de la telefonía móvil, cuyo crecimiento sustrae a los clientes de los operadores de la telefonía fija y la otra es la facilidad que ofrece la tecnología móvil que permite su uso mientras ocurre el desplazamiento de las personas.

En relación con la conexión a Internet y computadores en red, Argentina posee el mayor número de internautas, sin embargo el mayor número de computadoras conectadas se ubican en Chile y Uruguay, lejos de representar un factor negativo, se evidencia por una parte la facilidad o dificultad para la adquisición de equipos y programas informáticos y la utilidad que tiene la información para el ciudadano en estos tres países del MERCOSUR. Lo que denota un buen nivel en la inversión para la ciencia y la tecnología comparado con el entorno regional. Asimismo, las dimensiones de Internet y su relación con el número de sitios más elevado se corresponden con estos países.

En cuanto a los países que conforman la CAN, el nivel más alto de usuarios conectados, las dimensiones de Internet, el número de sitios y de computadores en red se encuentran en Perú y seguido de Venezuela, en este mismo orden, aún cuando, en Venezuela se ha hecho un esfuerzo importante durante los últimos años para impulsar el desarrollo tecnológico y entre sus logros se destacan el voto electrónico, la declaración electrónica del impuesto sobre la renta y la masificación de las alcaldías digitales, su impacto es menor hasta tanto, el poder adquisitivo del ciudadano facilite la adquisición de equipos informáticos y cubra los costos domésticos por conexión para elevar la relación de usuarios por PC’s en red.

La incursión de las tecnologías de la información y las comunicaciones en el entramado social crea una mejora en las condiciones de vida de una parte de la población que tiene acceso a ellas, también profundiza las desigualdades y produce nuevos desequilibrios, en la sociedad, sobretodo, en la denominada «sociedad de la información» que proyecta a la información como un recurso económico y cultural, cuya estrategia es la innovación, basados en parte, en el capital intelectual y en los elementos culturales. Es responsabilidad del Estado fomentar la generación de empleo para fortalecer la economía, la cooperación y la integración regional sobre la relatividad que presentan los indicadores, pero también evaluar los elementos de riesgo que existen en la medición y evaluación de las políticas públicas para la superación de la pobreza.
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1 Fuente: www.ine.gov.bo. Consultado el 27-04-2006.
2 Fuente: www.ine.cl. Consultado el 27-04-2006.
3 Fuente: www.indec.gov.ar. Consultado el 27-04-2006.
4 Fuente: http://ine.gub.uy/. Consultado el 28-04-2006.
5 Fuente: www.ine.gob.ve. Consultado el 29-04-2006.





Cuestionamiento a la Definición Tecnológica de la SI


La definición tecnológica de la sociedad de la información se encuentra cuestionada por varios argumentos según Webster:

  • Si el elemento principal de la sociedad de la información es la tecnología, por qué lleva el término información en su definición? Podría ser llamada la era tecnológica, sociedad robótica, o cibernética, pero estas nomenclaturas dan una visión más radical que la que nos evoca Sociedad de la Información.
  • El segundo problema que nos encontramos es una cuestión muy discutida y sin una solución concreta, ¿Cómo medimos la presencia de las TIC en la sociedad, y a partir de qué punto de difusión de éstas la sociedad pasa de ser post‐industrial a ser una Sociedad de la Información?. Muchas organizaciones o instituciones de investigación han intentado resolver este problema, pero aún no existe un consenso.
  • Qué fueron antes, las tecnologías de la información o la sociedad de la información? Argumentar que las TIC como las entendemos ahora surgieron antes y que la sociedad entera tuvo que adaptarse a ellas para convertirse en la Sociedad de la Información es criticable desde muchísimos ángulos, empezando por el hecho de que mucho antes de la existencia de las TIC se hablaba de la Sociedad post‐industrial y luego de la Sociedad de la Información a nivel teórico. Es mucho más factible darse cuenta de que la Sociedad de la Información abarca muchos ámbitos de la Sociedad, y las TIC simplemente le dan soporte.


Existen otros argumentos para debatir esta definición pero estos tres engloban de forma bastante acertada a los demás, como conclusión final podríamos alegar: cómo puede ser aceptable coger un elemento como la tecnología, que no es un componente central de la Sociedad, y afirmar que ello la define?

Estudiosos de la Sociedad de la Información